Bienvenidos a CARMENtalia: Mi Refugio de Letras y Confesiones.
Carmen es mi nombre, pero "CARMENtalia" es el alma de este espacio.
¿Por qué elegí este nombre? Porque es un secreto compartido entre nosotras, una palabra que guarda dos verdades:
La primera es etimológica (¡pero no te asustes!): en la antigua Roma, "carmen" significaba poema, hechizo o profecía.
Las Carmentalia eran ritos de palabras sagradas, vinculados a Carmenta, una diosa menor pero poderosa: protectora de las parturientas, las poetisas y los que creen que las letras pueden
cambiar el mundo.
La segunda razón es mía y solo mía (hasta hoy): porque este espacio es eso, mi ritual personal.
Un lugar donde los poemas son susurros, las novelas son confidencias a media luz, y vosotras
—las que leéis, comentáis y os emocionáis con las historias— sois mis cómplices.
Aquí no hay reglas, solo el imán de las palabras bien escritas, la curiosidad por cómo nacen los relatos y esa comunidad invisible que se forma cuando alguien dice:
"Este libro me ha rozado el alma".
¿Te apetece quedarte?
La butaca está libre, y el café, recién hecho…